Vigorexia: Cómo La Obsesión Por El Físico Afecta La Salud Mental
¿Qué es la vigorexia? Esta es una enfermedad mental caracterizada por la obsesión de las personas por alcanzar un cuerpo perfecto.
La vigorexia tiene su origen en la búsqueda de la imagen corporal ideal, lo que desemboca en la necesidad de seguir una rígida y exagerada rutina de ejercicios físicos, así como también una dieta extrema para mantenerse delgado.
Como resultado de este síndrome, las personas que lo padecen llegan a obsesionarse con su cuerpo a tal punto de no poder ver sus propios logros, ya sea en sentido físico o intelectual. Esto afecta negativamente la autoestima de la persona, pues solo se enfoca en los resultados obtenidos a partir de sus objetivos estéticos.
Es importante comprender que el cuerpo humano alcanza cierto grado de madurez física a las edades en las que los cambios hormonales suelen ser más significativos (como la adolescencia). De esta forma, la genética de cada quien juega un papel determinante al momento de tener un cuerpo saludable y atractivo.
Los efectos de la vigorexia en la salud mental son múltiples, entre los cuales destacan:
- Sensación de inseguridad constante,
- Insomnio,
- Depresión,
- Pérdida de confianza en uno mismo,
- Ansiedad,
- Estrés.
Aunque todos los seres humanos tenemos el derecho a cuestionarnos acerca de nuestro físico, aquellas personas que tienen problemas en su entorno social o emocional pueden convertirse en víctimas de la vigorexia.
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¿Cómo se puede identificar la vigorexia?
La vigorexia es un trastorno alimentario que puede afectar tanto a hombres como mujeres. Esta condición se caracteriza por la obsesión de la persona en mantener su cuerpo en perfectas condiciones, pero con un exceso mayor y desproporcionado.
Para identificar la vigorexia se deben considerar los siguientes aspectos:
- Obsesión por la alimentación saludable: Los vigoréxicos suelen llevar una dieta muy estricta, con un consumo excesivo de alimentos nutritivos, como frutas, verduras, proteínas magras y gran cantidad de agua.
- Exceso de ejercicio: La vigilancia constante de sus cuidados físicos llevan a los vigoréxicos a realizar actividades físicas a intensidades muy altas por largos periodos de tiempo.
- Bajo peso corporal: La mayoría de las personas con vigorexia suelen presentar un bajo peso corporal y no es inusual ver que estos disminuyen significativamente.
- Obsesión por el cuerpo perfecto: Los vigoréxicos suelen ser obsesivos con el culto a sus cuerpos, esperando tener un estatus de "perfecto".
- Baja autoestima: A consecuencia de la baja opinión que los vigoréxicos tienen acerca de sí mismos, suelen caer en bajos estados de ánimo y problemas de depresión.
Es importante destacar que la vigorexia no es una preocupación común por los cuidados físicos, sino una preocupación patológica por el cuerpo, es por ello que es importante que los síntomas sean reconocidos a tiempo para comenzar con un tratamiento adecuado.
¿Qué consecuencias psicológicas tiene el desarrollo de vigorexia?
El desarrollo de vigorexia puede tener varias consecuencias psicológicas, tales como:
- Sensación de baja autoestima.
- Baja tolerancia al fracaso o a los errores.
- Problemas relacionados con la ansiedad y la depresión.
- Ideas obsesivas hacia el ejercicio y un comportamiento obsesivo hacia la alimentación.
- Problemas relacionados con el comportamiento alimenticio, tanto en exceso como en prohibición.
- Obsesiones por la imagen corporal.
- Sentimientos de culpabilidad extremos hacia sí mismo en caso de no seguir con su objetivo.
Además de estas consecuencias, los expertos han señalado que la vigorexia puede también desencadenar deterioro en la salud mental, como el aislamiento social, la soledad, la perdida de la conexión con otros y hasta pensamientos autolíticos.
En diversos casos la vigilancia acompañada de terapia ha permitido mejorar la percepción de sí mismo y la relación con los demás.
¿Es posible prevenir la vigorexia?
La respuesta es sí, es posible prevenir la vigorexia. Para ello se debe tener una visión realista de tu cuerpo, estar satisfecho con tu figura natural y desarrollar hábitos saludables. Si se quiere mantener una imagen corporal saludable, es importante tener en cuenta los siguientes consejos:
- Come de forma saludable y equilibrada. Practica la variación de alimentos y procura no caer en dietas restrictivas.
- Realiza actividades físicas regresarles, pero sobre todo enfocadas al bienestar y buena salud.
- No te compares. Tu cuerpo debe ser único y no debe tratar de identificarte con los cánones de belleza impuestos por la sociedad.
- No te obsesiones por tener el peso o medidas deseadas sin antes pasar por unos controles médicos especializados.
- No te castigues ni autoboicotees. Si caes en un error, sigue adelante.
- Controla tus pensamientos y modifica los negativos, cuando no sean realistas.
¿Cómo puede una persona tratar la vigorexia?
La vigorexia es un trastorno alimentario bastante complejo, que se caracteriza por un obsesivo deseo de mejorar la musculatura física a través del ejercicio excesivo y una alimentación muy estricta.
Una persona con vigorexia suele vivir obsesionado/a con lograr ciertos objetivos mediante el empeño en las rutinas deportivas y nutricionales.
Afortunadamente, existen varias formas de tratar la vigorexia. Aquí te presentamos algunos consejos:
- Busca ayuda profesional: La psicoterapia será tu principal herramienta para trabajar los problemas emocionales y cognitivos subyacentes.
- Crea un régimen de alimentación saludable: Busca la ayuda de un nutricionista especializado en trastornos alimentarios para aprender más acerca de la alimentación balanceada.
- Establece límites para el ejercicio: Si haces ejercicio, intenta no entrenar más allá de lo que tu cuerpo puede soportar. Planifica descansos regulares.
- Evita las redes sociales: El contacto con las redes sociales puede provocar la búsqueda de la imagen perfecta, empeorando el trastorno.
- Practica actividades de relajación: La meditación, yoga o respiración consciente son útiles para regular el estrés y aliviar los sentimientos asociados a la vigorexia.
Finalmente, es importante recordar que, aunque puedas estar motivado/a por mejorar tu cuerpo, no perderás nunca el control sobre tu comportamiento. Siempre ha de primar la salud física y mental. Mantén este consejo presente durante tu proceso de recuperación.
Conclusión
La vigorexia es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por una obsesión excesiva con el estado físico, la musculatura y el tamaño corporal. Esta afección se asocia con el culto a la delgadez y la fuerza física, lo que puede llevar a realizar entrenamientos extenuantes y excesivos.
Estas actitudes compulsivas y extremas pueden ocasionar graves trastornos en la salud mental y emocional, como altos niveles de ansiedad, depresión y sentimientos de inseguridad; además de un círculo vicioso de baja autoestima y trastornos de imagen corporal.
- Algunos de los signos de la vigorexia son:
- Uso excesivo de suplementos alimenticios sin recomendación médica.
- Exceso de ejercicio intenso y agobiante.
- Actitud crítica y autoritaria hacia la alimentación.
- Falta de control sobre los comportamientos relacionados con el cuerpo.
- Sensación de fracaso si no se alcanzan las metas de forma inmediata.
- Sentimiento de insatisfacción y descontento con el propio aspecto físico.
- Efectos adversos en la salud emocional.
En conclusión, la vigorexia ocasiona un enorme daño emocional y mental cuando se busca alcanzar objetivos irreales en cuanto a la figura y musculatura.
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